CONVERSANDO CONTIGO, LUNES 05 DE JULIO - FE PLENA

 

 

 

 

ALIMENTO PARA EL ALMA

 

 

PRIMERA LECTURA

Vio una escalera por la que subían y bajaban los ángeles de Dios y vio a Dios, que le hablaba.

Del libro del Génesis: 28, 10-22

 

En aquel tiempo, Jacob salió de Bersebá y se dirigió a Jarán. Al llegar a cierto lugar, se dispuso a pasar ahí la noche, porque ya se había puesto el sol. Tomó entonces una piedra, se la puso de almohada y se acostó en aquel sitio.

Y tuvo un sueño: Soñó una escalera que se apoyaba en tierra y con la punta tocaba el cielo, y los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. Vio que el Señor estaba en lo alto de la escalera y oyó que le decía: "Yo soy el Señor, el Dios de tu padre, Abraham, y el Dios de Isaac. Te voy a dar a ti y a tus descendientes la tierra en que estás acostado. Tus descendientes van a ser tan numerosos como el polvo de la tierra y te extenderás hacia el oriente y el poniente, hacia el norte y hacia el sur; por ti y por tus descendientes serán bendecidos todos los pueblos de la tierra. Yo estoy contigo, te cuidaré por dondequiera que vayas, te haré regresar a esta tierra y no te abandonaré ni dejaré de cumplir lo que te he prometido".

Cuando Jacob despertó de su sueño, dijo: "Realmente el Señor está en este lugar y yo no lo sabía". Y exclamó asustado: "¡Qué terrible es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios y la puerta del cielo".

Jacob se levantó de madrugada, y tomando la piedra que se había puesto de almohada, la colocó como un memorial y derramó aceite sobre ella. Y a aquella ciudad le puso por nombre Betel, aunque su nombre primitivo era Luz. Jacob hizo una promesa, diciendo: "Si Dios está conmigo, si me cuida en el viaje que estoy haciendo, si me da pan para comer y ropa para vestirme, si vuelvo sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios y esta piedra que he colocado como memorial, será casa de Dios. Y de todo lo que el Señor me dé, le pagaré el diezmo".

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 

 

 

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 90,1-2. 3-4. 14-15ab.

R/. Señor, en ti confío.

 

Tú que vives al amparo del Altísimo y descansas a la sombra del todopoderoso, dile al Señor: "Tú eres mi refugio y fortaleza; tú eres mi Dios y en ti confío". R/.

Él te librará de la red del cazador y de la peste funesta. Te cubrirá con sus alas y te refugiarás bajo sus plumas. R/.

"Puesto Que tú me conoces y me amas, dice el Señor, yo te libraré y te pondré a salvo. Cuando tú me invoques, yo te escucharé; en tus angustias estaré contigo". R/.

 

 

 

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Tm 1,10

R/. Aleluya, aleluya.

Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.

 

 

 

EVANGELIO

Mi hija acaba de morir; pero ven tú y volverá a vivir.

Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 18-26

 

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se le acercó un jefe de la sinagoga, se postró ante él y le dijo: "Señor, mi hija acaba de morir; pero ven tú a imponerle las manos y volverá a vivir".

Jesús se levantó y lo siguió, acompañado de sus discípulos. Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orilla del manto, pues pensaba: "Con sólo tocar su manto, me curaré". Jesús, volviéndose, la miró y le dijo: "Hija, ten confianza; tu fe te ha curado". Y en aquel mismo instante quedó curada la mujer.

Cuando llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús a los flautistas, y el tumulto de la gente y les dijo: "Retírense de aquí. La niña no está muerta; está dormida". Y todos se burlaron de él. En cuanto hicieron salir a la gente, entró Jesús, tomó a la niña de la mano y ésta se levantó. La noticia se difundió por toda aquella región.

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

 

 

CONVERSANDO CONTIGO

Que el Espíritu de Dios nos guíe a conocer la verdad del Reino de los Cielos.

La cercanía a Dios está definida por el grado y la intensidad de la fe que tenemos puesta en Él. Fíjate, que la hija del jefe de la sinagoga había muerto, pero la confianza de este jefe era tan grande que pensaba y creía que con tan solo tocarla, volvería a vivir. Por otro lado, vemos a la mujer con flujo, que pensó que con sólo tocar el manto sanaría su sufrimiento de tantos años y así fue. Ambos, consiguieron su objetivo mediante la confianza plena al Señor nuestro Dios.

Esa debe ser nuestra fe. Una fe tan poderosa basada en el Amor y la esperanza que crezca y se fortalezca día tras día.

Digamos como el salmista: “Señor tu eres mi refugio y mi fortaleza, tu eres mi Dios y en ti confío”.

 

 

 

 

OREMOS JUNTOS AL PADRE

Padre Nuestro, nuestro refugio y nuestra fortaleza, tú eres nuestro Dios y en ti confiamos. Te damos gracias por ser bueno con nosotros y con humildad te pedimos perdón porque no hemos sabido confiar en ti y en tu amor.

Derrama tu Espiritu de bondad en nuestro ser, para que tengamos fe plena en tu poder; una fe basada en tu amor y en tu esperanza que crezca y se fortalezca día tras día…Amén Bendito Dios!!!

 

 

 “LA FE ES LA LLAVE QUE ABRE LA PUERTA A LO QUE ESPERAMOS”

 

QUE DIOS BENDIGA Y CUIDE CON PREFERENCIA TU SER Y TU FAMILIA…DIOS LOS COLME DE SUS MANIFESTACIONES AMOROSAS

 

 

¡BIENAVENTURADO Y BENDECIDO LUNES!

Comentarios

  1. Hola Zari! Me encanta tu blogs... Porque escribes con sencillez y con el corazón... Hermoso espacio para reflexionar... Felicidades! Caro Cosi.

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  2. Hola Zari! Me encanta tu blogs... Porque escribes con sencillez y con el corazón... Hermoso espacio para reflexionar... Felicidades! Caro Cosi.

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