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Mostrando entradas de octubre, 2016

APRENDIENDO DE NUESTRO SEÑOR, MARTES 01 DE NOVIEMBRE - SOBRE LA SANTIDAD

LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 7, 2-4. 9-14 Yo, Juan, vi a un ángel que venía del oriente. Traía consigo el sello del Dios vivo y gritaba con voz poderosa a los cuatro ángeles encargados de hacer daño a la tierra y al mar. Les dijo: "¡No hagan daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que terminemos de marcar con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios!". Y pude oír el número de los que habían sido marcados: eran ciento cuarenta y cuatro mil, procedentes de todas las tribus de Israel. Vi luego una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica blanca; llevaban palmas e

APRENDIENDO DE NUESTRO SEÑOR, LUNES 31 DE OCTUBRE - LA IMPORTANCIA DE OBRAR A FAVOR DE LOS DEMÁS

  LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 1-4 Hermanos: Si alguna fuerza tiene una advertencia en nombre de Cristo, si de algo sirve una exhortación nacida del amor, si nos une el mismo Espíritu y si ustedes me profesan un afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo todos una misma manera de pensar, un mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola alma. Nada hagan por espíritu de rivalidad ni presunción; antes bien, por humildad, cada uno considere a los demás como superiores a sí mismo y no busque su propio interés, sino el del prójimo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. SALMO RESPONSORIAL Del salmo 130, 1.2.3 R/. Dame, Señor, la paz junto a ti. Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos soberbios; grandezas que superen mis alcances no pretendo. R/. Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en silencio, como niño recién amamantado en los brazos maternos. R/. Que igual en

APRENDIENDO DE NUESTRO SEÑOR, VIERNES 28 DE OCTUBRE - EL PODER DE LA ORACIÓN

LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Ustedes han sido edificados sobre el cimiento de los apóstoles. De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 2, 19-22 Hermanos: Ya no son ustedes extranjeros ni advenedizos; son conciudadanos de los santos y pertenecen a la familia de Dios, porque han sido edificados sobre el cimiento de los apóstoles y de los profetas, siendo Cristo Jesús la piedra angular. Sobre Cristo, todo el edificio se va levantando bien estructurado, para formar el templo santo en el Señor, y unidos a él también ustedes se van incorporando al edificio, por medio del Espíritu Santo, para ser morada de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. SALMO RESPONSORIAL Del salmo 18, 2-3. 4-5 R/. El mensaje del Señor resuena en toda la tierra. Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo transmite a la otra noche. R/. Sin que pronunc

APRENDIENDO DE NUESTRO SEÑOR, JUEVES 27 DE OCTUBRE . LA EXISTENCIA DEL MAL

LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Revístanse con la armadura de Dios para que puedan quedar definitivamente victoriosos. De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 6, 10-20 Hermanos: Busquen su fortaleza en el Señor y en su invencible poder. Utilicen las armas que Dios les ha dado, para poder resistir a las asechanzas del diablo. Porque no estamos luchando contra fuerzas humanas, sino contra las fuerzas espirituales y sobrehumanas del mal, que dominan y gobiernan este mundo de tinieblas. Por eso, para que puedan resistir en los momentos difíciles y quedar definitivamente victoriosos, revístanse con la armadura de Dios: que su cinturón sea siempre la verdad; su coraza, la justicia; su calzado, la prontitud para anunciar el Evangelio de la paz; que la fe les sirva siempre de escudo para protegerlos y apagar las flechas incendiarias del enemigo malo; pónganse el casco de la salvación y empuñen la espada del espíritu, que es la palabra de Dios. Y