MEDITANDO LA PALABRA DE DIOS, LUNES 05 DE MARZO - APRECIANDO A DIOS EN TODOS
ALIMENTO PARA EL ALMA
PRIMERA LECTURA
Muchos leprosos había en Israel, pero ninguno fue curado, sino Naamán
el sirio.
Del segundo libro de los Reyes: 5, 1-15
En aquellos días, Naamán, general del ejército de Siria, gozaba de la
estima y del favor de su rey, pues por su medio había dado el Señor la victoria
a Siria. Pero este gran guerrero era leproso.
Sucedió que una banda de sirios, en una de sus correrías, trajo cautiva
a una jovencita, que pasó luego al servicio de la mujer de Naamán. Ella le dijo
a su señora: "Si mi señor fuera a ver al profeta que hay en Samaria,
ciertamente él lo curaría de su lepra".
Entonces fue Naamán a contarle al rey, su señor: "Esto y esto dice
la muchacha israelita". El rey de Siria le respondió: "Anda, pues,
que yo te daré una carta para el rey de Israel". Naamán se puso en camino,
llevando de regalo diez barras de plata, seis mil monedas de oro, diez vestidos
nuevos y una carta para el rey de Israel que decía: "Al recibir ésta,
sabrás que te envío a mi siervo Naamán, para que lo cures de la lepra".
Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras exclamando:
"¿Soy yo acaso Dios, capaz de dar vida o muerte, para que éste me pida que
cure a un hombre de su lepra? Es evidente que lo que anda buscando es un
pretexto para hacerme la guerra".
Cuando Eliseo, el hombre de Dios, se enteró de que el rey había rasgado
sus vestiduras, le envió este recado: "¿Por qué rasgaste tus vestiduras?
Envíamelo y sabrá que hay un profeta en Israel". Llegó, pues, Naamán con
sus caballos y su carroza, y se detuvo a la puerta de la casa de Eliseo. Este
le mandó decir con un mensajero: "Ve y báñate siete veces en el río
Jordán, y tu carne quedará limpia". Naamán se alejó enojado, diciendo:
"Yo había pensado que saldría en persona a mi encuentro y que, invocando
el nombre del Señor, su Dios, pasaría la mano sobre la parte enferma y me
curaría de la lepra. ¿Acaso los ríos de Damasco, como el Abaná y el Farfar, no
valen más que todas las aguas de Israel? ¿No podría bañarme en ellos y quedar
limpio?". Dio media vuelta y ya se marchaba, furioso, cuando sus criados
se acercaron a él y le dijeron: "Padre mío, si el profeta te hubiera
mandado una cosa muy difícil, ciertamente la habrías hecho; cuanto más, si sólo
te dijo que te bañaras y quedarías sano".
Entonces Naamán bajó, se bañó siete veces en el Jordán, como le había
dicho el hombre de Dios, y su carne quedó limpia como la de un niño. Volvió con
su comitiva a donde estaba el hombre de Dios y se le presentó, diciendo:
"Ahora sé que no hay más Dios que el de Israel".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
De los salmos 41, 2.3; 42, 3.4
R/. Estoy sediento del Dios que da la vida.
Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma te
busca a ti, Dios mío. R/.
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será posible ver
de nuevo su templo? R/.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en mi guía
y hasta tu monte santo me conduzcan, allí donde tú habitas. R/.
Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría, y a mi Dios,
el Señor, le daré gracias al compás de la cítara. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Sal 129, 5. 7
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Confío en el Señor y en sus palabras, porque del Señor viene la
misericordia y la redención. R/.
EVANGELIO
Como Elías y Eliseo Jesús no ha sido enviado sólo a los judíos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 24-30
En aquel tiempo, Jesús llegó a Nazaret, entró a la sinagoga y dijo al
pueblo: "Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había
ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la
lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin
embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en
Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del
profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era
de Siria".
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y
levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio de la
montaña sobre la que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero él,
pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
MEDITANDO LA PALABRA DE
DIOS
Aun cuando las lecturas
de este día tienen varios mensajes, me voy a enfocar en dos que considero de
importancia para la vida cotidiana.
El primero está
relacionado con el único Dios. El Padre Celestial ciertamente se reveló directamente
al pueblo de Israel, dejándole ver su gracia a través de su Amor manifestado en todo su esplendor,
en la figura de su Hijo Predilecto, Jesús. Asunto que resulta muy importante
para ese pueblo y para quienes elegimos creer en su venida como representación
divina en lo humano. Sin embargo, su Divinidad reina en todo y en todos, es decir,
que Dios de alguna forma, también se expresa y se expresará por medio de otras personas
con religiones y culturas diferentes. Recordemos que las religiones están muy
influenciadas por las culturas, algo netamente terrenal.
Y el segundo mensaje, se
centra en que el ser humano pretende saber más de Dios, que el mismo Dios. Por
eso, la actitud desafiante, soberbia y agresiva de quienes estaban en la
sinagoga, porque ellos, así como, muchos de nosotros creemos en un Dios a la
medida de nuestras creencias y de nuestros objetivos en este mundo.
Por eso, el Padre Eterno
nos llama a sentirlo, a dejarnos llevar por su amor desprovisto de egoísmos y
envidias. Pero, para ello debemos abrirnos con humildad, porque será ella quien
nos dará la capacidad de compartirlo con todos…Bendito sea Dios!!!
ORANDO A DIOS:
Amado Dios, te alabo y te
bendigo porque solo de Ti proviene la misericordia y la redención, que se
irradia a través de aquellos hombres y mujeres fieles y leales a tu Amor. Por
eso, te pido perdón por las veces que llevada por mi autoestima herida, he considerada a los demás no dignos
de ser tus mensajeros, menospreciando a tus elegidos. Ante esto, concédele a mi
alma la gracia de ser humilde, para aceptar con amor y alegría a quienes vienen
ante mí para hacerme ver tu belleza…Amén Bendito Dios!!!
“DESDE QUE COMPRENDÍ, QUE
DIOS ES PADRE DE TODO Y DE TODOS, DEJÉ DE JUZGAR, PARA DISFRUTAR DE LA GRACIA
DE CONTEMPLAR SU BELLEZA EN QUIENES ME RODEAN”
¡Qué Papá Dios guíe tu
ser, tu vida y tu familia hacia sus sendas de Amor!
¡FELIZ Y BENDECIDO LUNES!
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