CONVERSACIONES DIARIAS, JUEVES 25 DE FEBRERO - CONFIANDO SOLO EN DIOS
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Maldito el que confía en el hombre; bendito el que confía en el Señor.
Del libro del profeta Jeremías: 17, 5-10
Esto dice el Señor: "Maldito el hombre que confía en el hombre, que
en él pone su fuerza y aparta del Señor su corazón. Será como un cardo en la
estepa, que nunca disfrutará de la lluvia. Vivirá en la aridez del desierto, en
una tierra salobre e inhabitable.
Bendito el hombre que confía en el Señor y en él pone su esperanza. Será
como un árbol plantado junto al agua, que hunde en la corriente sus raíces;
cuando llegue el calor, no lo sentirá y sus hojas se conservarán siempre
verdes; en año de sequía no se marchitará ni dejará de dar frutos.
El corazón del hombre es la cosa más traicionera y difícil de curar.
¿Quién lo podrá entender? Yo, el Señor, sondeo la mente y penetro el corazón,
para dar a cada uno según sus acciones, según el fruto de sus obras"
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 1, 1-2. 3. 4 y 6
R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos
pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus
mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y nunca
se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por perderlo.
R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 8, 15
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y
sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
EVANGELIO
Recibiste bienes en tu vida y Lázaro, males; ahora él goza del consuelo,
mientras que tú sufres tormentos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 16, 19-31
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico,
que se vestía de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día.
Y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto de llagas
y ansiando llenarse con las sobras que caían de la mesa del rico. Y hasta los
perros se acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de
Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba éste en el lugar de
castigo, en medio de tormentos, cuando levantó los ojos y vio a lo lejos a
Abraham y a Lázaro junto a él.
Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro que moje
en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas
llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida recibiste
bienes y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora de consuelo, mientras
que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes y nosotros se abre un abismo
inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá ni hacia acá'.
El rico insistió: 'Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro
a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta y no
acaben también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo: 'Tienen a
Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó: 'No, padre
Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se arrepentirán'. Abraham
repuso: 'Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque
resucite un muerto'.
Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
CONVERSANDO
CONTIGO
¿En
qué o en quién pones tu confianza?
Te
hice a mi imagen y semejanza, por tanto, tu naturaleza es divina. Poner tu
confianza o esperanza en otro ser humano, o en bienes terrenales desequilibra
tu ser porque te alejas de mí, confiando en algo que es inferior a mi esencia.
Es
por eso, que aparecen los problemas y las enfermedades, porque necesitas alimentar tu ser y al distanciarte de su fuente de energía vas
apagando tu entidad, quedándote en lo terrenal, que es donde la paz o el gozo
no se crean, puesto, que esto es producción exclusiva de los cielos.
No
es que los bienes terrenales sean malos, sino que para poder disfrutarlos
benignamente, deben ser producto de la búsqueda de los bienes celestiales.
Claro
que puedes disfrutar en el plano terreno, a eso te envié. Lo que no deberías es
creer que sin ellos tu valor es bajo y tu existencia no tiene sentido, porque
existen asuntos más complejos que son los que mantienen saludable tu existencia.
Confía en mí que soy tu esencia y ama a tu prójimo como a ti mismo.
Piensa
que eres un “ser de amor” que elige el bien y la vida. Piensa que todos los
seres de este mundo son “seres de amor como tú”. Te amo, recuérdalo siempre.
HABLA
CON TU PADRE
Dios
mío y Señor Mío, gracias por crearme a tu imagen y semejanza. Gracias por tu
presencia en mi existencia. Gracias por revelarme tu sabiduría a diario. Que tu
Espíritu toque el mío, para que mi confianza solo esté puesta en ti...Amén…Bendito
y Adorado sea Dios!!!
“PUEDO
CONFIAR PLENAMENTE EN MI PADRE DEL CIELO, PORQUE SOY UN HÁLITO DE SU AMOR…A SU
LUZ PUEDO DISFRUTAR PLENAMENTE DE SU BONDAD EXQUISITA”
¡Qué
Dios bendiga, proteja, prospere y favorezca todo tu ser, así como a tu
familia…Que inmensos caudales de amor se muevan por tu vida!
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