SOBRE EL FIN DEL MUNDO

A propósito de los artículos que andan circulando por internet, sobre el fin del mundo el próximo 21 de mayo o sobre un posible terremoto que ocurrirá en Venezuela en los próximos días, manifiesto que aunque pudieran ser ciertos, cuestión que ignoro, más bien deberían ser tomados como lo tomó el pueblo de Nínive ante las profecías de Jonás (Ver Santa Biblia Libro de Jonás Capítulo 3). No existen armas más poderosas sobre la tierra para deshacer o detener el mal, como el ayuno y la penitencia, precedida por el arrepentimiento. Incluso, conozco personas que se han salvado o liberado de enfermedades terribles, poniendo en práctica estas dos recomendaciones, que claro está, deben emerger del fondo de nuestro interior, para que sean sinceras  y por tanto, efectivas. Recuerda que a los hombres se les puede engañar, pero a papá Dios, NO!

En estos tiempos, donde la pérdida de valores fundamentados en la ley divina, han dejado de calar en el ser humano actual, debemos sentarnos un rato a reflexionar sobre nuestras acciones con nosotros mismos y con nuestro entorno familiar, tomando como guía o referencia los mandamientos. Esos mandamientos que muchas personas tildan de obsoletos y aburridos, realmente rigen la permanencia en felicidad o desgracia, en este mundo. Es por eso, que te invito a reflexionar sobre tu vida, no porque se vaya a acabar el mundo, sino porque estás a tiempo de entablar una relación cercana con Dios. 

Cuando experimentes lo divino, que se siente, no querrás volver a atrás, entonces, tu vida dará un vuelco tan grande, que ya no aspirarás lo efímero sino lo eterno.

Adelante! No te quedes atrás, a Dios lo debemos amar porque es nuestro Papá. No le tengas miedo, Él es bueno, perfecto y sabe lo que hace. Te invito a seguirlo con todo tu corazón y a alabarlo cada día de tu vida, bajo la organización que tú quieras. Aunque, yo sea Católica, nuestro Padre Celestial quiere que nos amemos los unos a los otros. Por tal razón, escribo para todos, porque el amor, la paz y el gozo no están reservados para los de una determinada religión.

Seguidamente les cito según la palabra de Dios, lo que es el amor:

“Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.

Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.

El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece.

El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá”

Dios te bendiga,

Zarina Lucena