MENÚ DIARIO, MARTES 29 DE DICIEMBRE - DE LAS ACTITUDES DE SIMEÓN
“Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo único, para que todo el
que crea en él, no perezca, sino que tenga la vida eterna”
(Jn 3, 16)
ALIMENTO DEL DÍA:
PRIMERA LECTURA
De la primera carta del apóstol san Juan 2, 3-11:
Queridos hermanos: En esto tenemos una prueba de
que conocemos a Dios, en que cumplimos sus mandamientos. El que dice: "Yo
lo conozco", pero no cumple sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad
no está en él. Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado
a su plenitud, y precisamente en esto conocemos que estamos unidos a Él. El que
afirma que permanece en Cristo debe de vivir como Él vivió.
Hermanos míos, no les escribo un mandamiento
nuevo, sino un mandamiento antiguo, que ustedes tenían desde el principio. Este
mandamiento antiguo, es la palabra que han escuchado, y sin embargo, es un
mandamiento nuevo éste que les escribo; nuevo en él y en ustedes, porque las
tinieblas pasan y la luz verdadera alumbra ya.
Quien afirma que está en la luz y odia a su
hermano, está todavía en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la
luz y no tropieza. Pero quien odia a su hermano está en las tinieblas, camina
en las tinieblas y no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus
ojos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 95, 1-2a. 2b-3. 5b-6 R/. Cantemos la
grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al
Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza
anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/.
Ha sido el Señor quien hizo el cielo; hay gran
esplendor en su presencia y lleno de poder está su templo. R/.
EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Lucas
2, 22-35:
Transcurrido el tiempo de la
purificación de María, según la ley de Moisés, ella y José llevaron al niño a
Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo
primogénito varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer, como dice la
ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre
llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de
Israel; en él moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no
moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue
al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús para cumplir con lo
prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo:
"Señor, ya puedes dejar morir
en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido, porque mis ojos han visto
a tu Salvador, al que has preparado para bien de todos los pueblos; luz que
alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel".
El padre y la madre del niño
estaban admirados de semejantes palabras. Simeón los bendijo, y a María, la
madre de Jesús, le anunció: "Este niño ha sido puesto para ruina y
resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para
que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una
espada te atravesará el alma".
Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
VITAMINAS PARA EL ALMA
¿Tus
actitudes son como las de Simeón?
Dos
de las características que se destacan en cualquier persona inspirada por el
Espíritu de Dios, son la paciencia y la esperanza. Un ejemplo de ello, se
describe en el evangelio de este día, en el cual, Simeón aguardó durante años
la llegada del Salvador, porque en él habitaba el Espíritu de nuestro Padre de
los Cielos.
Pero,
alégrate que Simeón no es el único inspirado por Dios, ya que tú y yo, también
lo somos, cuando así lo decidimos o
cuando lo permitimos. Recuerda, que nuestro Papito del Cielo, nos concedió la
libertad de elegir, lo que queremos que nos suceda.
Cuando
el ser humano permite que Dios lo mueva desde su interior, los dones de la
paciencia, la mansedumbre, la esperanza y la fe, emergen como manantiales de
agua a través de las experiencias, haciendo que todo fluya, que todo se mueva a
su favor. Por tanto, el tiempo de espera es más bien, momento de aprendizaje y
felicidad. En cambio, la impaciencia, la soberbia, la desesperanza y la
incredulidad o como algunos le llaman, el realismo, construyen grandes
paredones que estancan, prolongan o ahogan los resultados de las elecciones
cotidianas, sumergiendo a la persona en agonizantes instantes de tortura mental
y emocional.
Es
por eso, que es muy bueno y saludable para nuestro ser, dejarse llevar por
Dios. Esto me hace recordar, que hace algún
tiempo atrás, pasaba por una dura
etapa de mi vida y un buen día, mientras pensaba en el problema como disco rayado, me tocó ir a un
parque y subir muchos metros de altura para deslizarme por un tobogán muy alto
y oscuro, casualmente, instantes antes de entrar al juego, le pregunté a Dios, ¿Qué
voy a hacer con todo esto que me está sucediendo? De repente, al iniciar dicha experiencia, el terror y el
nerviosismo me invadieron y me resistía y mientras más lo hacía, más sufría.
Entonces, como luz exquisita, un pensamiento me llenó de seguridad “Déjate
llevar” y así lo hice. Te cuento, que después lo repetí muchas veces
disfrutando de cada deslizamiento. A partir de allí, aprendí a dejar en manos
de Dios mis problemas y mis oscuridades y a dejarme llevar.
Sé
feliz y disfruta cada dolencia, cada pena o cada tristeza, que aquí en este
mundo no somos eternos, pero cuando nacemos al verdadero si lo seremos…Feliz y
bendecido Martes!!!
POSTRE PARA EL ESPÍRITU
Magnífico
Padre Celestial, que en tu infinita misericordia capacitaste al ser humano para
ser feliz en cualquier circunstancia. Por Jesús, permítenos disfrutar del
aprendizaje y la felicidad, en esos momentos donde el calor nos consuma o el
fuego nos esté quemando, para que inspirados por tu amor, logremos salir
airosos de cualquier situación adversa. Gracias
por iluminar nuestras mentes con tu sabiduría. Gracias por amarnos tanto. Te
amamos. Amén!
“LA PACIENCIA ES UNA BRISA FRESCA, QUE
CALMA EL CALOR DEL MOMENTO”
Que el amor del Padre, te inspire durante
estos día de festividad, a regalar mucho amor.
Que
los tesoros celestiales se donen a ti y a tu familia.
Recuerda, que todo lo puedes porque
Jesús, el amor, es quien te guía y te fortalece…Bendito seas hoy y siempre!
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