DIEZMAR, OTRA FORMA DE AMAR

No está oculto, que hoy en día el hombre atraviesa por crisis de ruina, de deudas, de escasez, de desempleo, de inestabilidad laboral, de miseria, en fin, de algún mal asociado a la pobreza. Es por eso, que  nos preguntamos constantemente, ¿Por qué el dinero no alcanza? ¿Por qué razón, si tengo ganas de trabajar, no tengo empleo? ¿Por qué si Dios nos ama, hay pobreza? ¿Por qué existe la inflación?

Ante estas interrogantes y otras más, humildemente te puedo citar lo que dice Las Sagradas Escrituras en el antiguo testamento al respecto: ¿Puede un hombre defraudar a Dios? ¡Sin embargo, ustedes me defraudan a mí! Ustedes dicen: «¿En qué te hemos defraudado?». En el diezmo y en los tributos (Judit 3,8). Es posible que,  una de las razones de los problemas económicos de la humanidad, tengan algo que ver con el fraude que cometemos contra el Padre Celestial, al negarle esa porción de nuestros salarios. Recuerda que si tienes la dicha de tener un empleo o un negocio, se debe a la bendición divina
.
Por tal razón, debes meditar con amor lo que nos dice el propio Dios: Lleven el diezmo íntegro a la casa del Tesoro, para que haya alimento en mi Casa. Sométanme a esta prueba, dice el Señor de los ejércitos, y verán si no les abro las compuertas del cielo y derramo para ustedes la bendición en abundancia. (Judit 3,10). Ante esta orden divina, que debe ser analizada con el espíritu, no nos queda que cumplirla con amor. El motivo fundamental es que papá Dios sabía que en el mundo habrían personas incapacitadas para trabajar y delegó a su iglesia la función de administrar nuestro diezmo, para socorrer  la necesidad del prójimo desvalido. Es por esto, que dulcemente debes con cariño y amor, entregar el diezmo de lo que ganes a la iglesia.

Por otra parte, recuerda lo que dijo Jesús:  ¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes pagan el diezmo hasta sobre la menta, el anís y el comino, pero no cumplen la Ley en lo que realmente tiene peso: la justicia, la misericordia y la fe. Ahí está lo que ustedes debían poner por obra, sin descartar lo otro.(Mateo 23,23). Tomando en cuenta, que si bien es cierto la manifestación del amor hacia nuestro prójimo viene dada por la práctica de la justicia, la misericordia y la fé; también es importante, dar el diezmo, que es con el cual se ayuda al carente .

Por tanto, te invito a aprovechar  las fechas decembrinas para iniciar esta hermosa práctica, que de seguro al Padre del Cielo le va a agradar, porque el ama los corazones generosos que con amor dan al más desvalido, porque el ama al que con sacrificio da de sus bienes.

Bendito sea Dios, eternamente. Que tengas una hermosa semana!