APRENDIENDO DE NUESTRO SEÑOR, MIÉRCOLES 30 DE NOVIEMBRE - SEGUIR A JESÚS
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
La fe viene de la predicación y la predicación consiste en anunciar la
palabra de Cristo.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 10, 9-18
Hermanos: Basta que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor y
que crea en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que
pueda salvarse. En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar la
santidad y declarar con la boca para alcanzar la salvación.
Por eso dice la Escritura: Ninguno que crea en Él quedará defraudado,
porque no existe diferencia entre judío y no judío, ya que uno mismo es el
Señor de todos, espléndido con todos los que lo invocan, pues todo el que
invoque al Señor como a su Dios, será salvado por Él.
Ahora bien, ¿cómo van a invocar al Señor, si no creen en Él? ¿Y cómo van
a creer en Él, si no han oído hablar de Él? ¿Y cómo van a oír hablar de Él, si
no hay nadie que se lo anuncie? ¿Y cómo va a haber quienes lo anuncien, si no
son enviados? Por eso dice la Escritura: ¡Qué hermoso es ver correr sobre los
montes al mensajero que trae buenas noticias!
Sin embargo, no todos han creído en el Evangelio. Ya lo dijo Isaías:
Señor, ¿quién ha creído en nuestra predicación? Por lo tanto, la fe viene de la
predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de Cristo.
Entonces yo pregunto: ¿Acaso no habrán oído la predicación? ¡Claro que la han
oído!, pues la Escritura dice: La voz de los mensajeros ha resonado en todo el
mundo y sus palabras han llegado hasta el último rincón de la tierra.
Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 18
R/. El mensaje del Señor resuena en toda la tierra.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de
sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo transmite a
la otra noche.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra
llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 19
R/. Aleluya, aleluya.
Síganme, dice el Señor, y yo los haré pescadores de hombres. R/.
EVANGELIO
Ellos, inmediatamente, dejando las redes, lo siguieron.
Del santo Evangelio según san Mateo: 4, 18-22
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos
hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando
las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme y los
haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo
siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de
Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los
llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
APRENDIENDO
DE NUESTRO SEÑOR
¿Deseas
seguir a Jesús?
Seguir a Jesús, no se limita solo a asistir a un templo,
ni ser parte de una religión, sino actuar conforme al amor.
Cuando nos dejamos inspirar por este espléndido Espíritu,
nuestra naturaleza se vuelve amorosa y confiada en Aquel que todo lo ha creado.
De hecho, en la lectura de este día, la actitud de los pescadores ante la
solicitud de Jesús, muestra el gran signo de confianza, representada por el
abandono de lo conocido por lo desconocido, pero que procede de Dios. En este
mismo orden, debería ser para cada ser humano, un interés desprendido, en vez,
de un interés pretendido, que es aquel que han solido sembrarnos en la mente
desde que nacemos. Es por eso, que muchas personas no comprenden a Dios como
Padre, sino como un genio complaciente que existe para conceder deseos.
La importancia de
seguir a Jesús, es proclamar la grandeza que vive el ser humano al
dejarse llevar por la inspiración divina y no por lo aprendido. Es allí en este
punto, donde esta forma de vivir se convierte en la anunciación viva de la
buena noticia del Reino de los Cielos, debido a que, en la medida que
prediquemos el camino hacia la verdad y la vida, le fe se acrecienta y se
fortalece, dando paso a la relación maravillosa entre Dios y nosotros…Bendito
seas mi Dios.
HABLANDO
CON NUESTRO PADRE
Bendito
y alabado seas Padre Eterno, por enviar a Jesús entre nosotros para anunciarnos
la Buena Noticia de tu Reino. Que mi espíritu inspirado por tu amor, sienta
inmensamente la confianza de seguirte con mi mente y mis acciones, a fin de
vivir conforme a lo que has dispuesto para mí, que bien sé que es hermoso, te
lo pido por Jesús…Amén Bendito Dios!!!
“SOLO
ME BASTA CON CERRAR MIS OJOS A LO QUE ME RODEA, PARA QUE MI SER SIENTA TU
AMOROSA INSPIRACIÓN”
¡Qué
Papá Dios inspire tu alma para que disfrutes de su amor en todas las áreas de
tu vida!
Comentarios
Publicar un comentario