APRENDIENDO DE NUESTRO SEÑOR, JUEVES 29 DE SEPTIEMBRE - LOS ÁNGELES
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Miguel y sus ángeles pelearon contra el dragón.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 12, 7-12
En el cielo se trabó una gran batalla: Miguel y sus ángeles pelearon
contra el dragón. El dragón y sus ángeles lucharon ferozmente, pero fueron
vencidos y arrojados del cielo para siempre. Así, el dragón, que es la antigua
serpiente, la que se llama Diablo y Satanás, la que engaña al mundo entero, fue
precipitado a la tierra, junto con sus ángeles.
Entonces yo, Juan, oí en el cielo una voz poderosa, que decía: "Ha
sonado la hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su reinado, y
del poder de su Mesías, porque ha sido reducido a la impotencia el que de día y
de noche acusaba a nuestros hermanos, delante de Dios. Pero ellos lo han
vencido por medio de la sangre del Cordero y por el testimonio que dieron, pues
su amor a la vida no les impidió aceptar la muerte. Por eso, alégrense los
cielos y todos los que en ellos habitan".
Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 137
R/. Te cantaremos, Señor, delante de tus ángeles.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros
ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo. R/.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te
invocamos nos oíste y nos llenaste de valor. R/.
Que todos los reyes de la tierra te reconozcan, al escuchar tus
prodigios. Que alaben tus caminos, porque tu gloria es inmensa. R/.
ACLAMACIÓN Sal 102, 21
R/. Aleluya, aleluya.
Que bendigan al Señor todos sus ejércitos, servidores fieles que cumplen
su voluntad. R/.
Verán a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.
Del santo Evangelio según san Juan: 1, 47-51
En aquel tiempo, cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo:
"Éste es un verdadero israelita en el que no hay doblez". Natanael le
preguntó: "¿De dónde me conoces?" Jesús le respondió: "Antes de
que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera".
Respondió Natanael: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de
Israel". Jesús le contestó: "Tú crees, porque te he dicho que te vi
debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver". Después añadió: "Yo
les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar
sobre el Hijo del hombre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
APRENDIENDO
DE NUESTRO SEÑOR
¿Crees que Papá Dios creó a los ángeles?
Desde antes de nacer, Papá Dios nos asigna ángeles
celestiales que nos protegen, defienden, guían e inspiran a amar.
Estos ángeles tienen la noble misión de combatir todo
aquello que no proviene del Creador, así como, acompañar y conducir a los
corazones dóciles por el camino que lleva hasta el Reino de los Cielos.
Entre sus múltiples misiones tienen una muy especial, la
de deshacer con el poder del Padre los planes concebidos por la iniquidad, a
fin de ayudar a los seres humanos en su tarea de cumplir la voluntad del Padre
en asuntos del amor.
Simbolizando un
poco la primera lectura con respecto a nuestra existencia en este mundo, pienso
que en el alma, la mente es el primer cielo. Por lo tanto, es un sitio de lucha.
Allí se debate a diario el amor y aquello que lo divide, el diablo. Según la
etimología, la palabra diablo proviene del griego diábolos, que significa lo
que separa o tira uno contra otro, entre sus diferentes traducciones.
Ciertamente, hay algo en nosotros que nos separa del
resto, nuestro sistema de creencias. Es por eso, que Jesús lo dice claramente
al final del evangelio de este día: "Yo les aseguro que verán el cielo
abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".
El hijo del Hombre es Jesús, el mesías, el que vino a salvar. En otras
palabras, el amor de Dios hecho hombre.
Es el ser humano quien abre su mente al amor. Es el ser
humano quien elige seguir a Dios. Es el ser humano quien le da poder a sus
creencias erróneas (con esto no me refiero a las religiosas). Es el ser humano
quien permite que esos enlaces especiales entre nuestra unidad terrenal y celestial,
llamados ángeles nos protejan y defiendan…Bendito seas Dios.
HABLANDO
CON NUESTRO PADRE
Excelso
Rey de los Cielos, Padre nuestro, que moras en las mentes de quienes te buscan,
bendito sea tu nombre. Te adoro y te bendigo por asignar a mi existencia, Ángeles
que me cuidan y protegen. Que Jesús tu hijo vengan a quedarse en mi alma, venga
a tejar grandes obras de amor en mi corazón, para que mi voluntad siempre dócil
a tu voz, te ame amando a quienes me rodean, de la forma como me amo a mi misma…Amén
Bendito Dios!!!
“SON
LOS ÁNGELES QUIENES DERRUMBAN LAS MURALLAS QUE SE TEJEN EN MI CORAZÓN CONTRA EL
AMOR”
¡Qué
Papá Dios derrame abundantes bendiciones sobre tu vida, sobre tu familia y sobre
quienes te rodean!
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