MENÚ DIARIO, MARTES 30 DE JUNIO - EL MIEDO Y LA FE
“Confío en el Señor, mi alma
espera y confía en su palabra”
(Sal 129, 5)
ALIMENTO DEL DÍA:
Del libro del Génesis 19, 15-29
Aquel día, al rayar el alba, los ángeles
apresuraban a Lot diciéndole: "Vamos; toma a tu esposa y a tus dos hijas,
para que no perezcas a causa de los pecados de Sodoma".
Como Lot no se decidía, los tomaron de la mano a
él, a su mujer y a sus dos hijas, los sacaron de su casa y los condujeron fuera
de la ciudad, porque el Señor los perdonaba. Cuando estaban fuera, uno de los
ángeles le dijo:
"Ponte a salvo, no mires hacia atrás, no te
detengas en el valle; ponte a salvo en los montes para que no perezcas".
Lot le respondió: "No, te lo ruego. Tú me
has favorecido a mí, tratándome con gran misericordia al salvarme la vida; pero
yo no podré sobrevivir en los montes, pues la desgracia me alcanzaría ahí y
moriría. Mira, aquí cerca hay una ciudad pequeña, en donde puedo refugiarme y
salvar la vida. ¿Verdad que es pequeña y puedo vivir en ella?"
El ángel le contestó: "Accedo a lo que me
pides, no arrasaré esa ciudad que dices. Aprisa, ponte a salvo, pues no puedo
hacer nada hasta que llegues allá". Por eso la ciudad se llamó Soar. El
sol salía cuando Lot llegó a Soar.
El Señor hizo llover desde el cielo azufre y
fuego sobre Sodoma y Gomorra. Arrasó aquellas ciudades y todo el valle, con los
habitantes de las ciudades y la hierba del campo. La mujer de Lot miró hacia atrás
y se convirtió en estatua de sal.
Abraham se levantó de mañana y se dirigió al
sitio donde había estado con el Señor. Miró en dirección de Sodoma y Gomorra
toda la extensión del valle, y vio una gran humareda que salía del suelo, como
el humo de un horno.
Así, cuando el Señor destruyó las ciudades del
valle y arrasó las ciudades en las que Lot había vivido, se acordó de Abraham y
libró a Lot de la catástrofe.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 25, 2-3. 9-10. 11-12 R/. Ten compasión
de mí, Señor.
Examíname, Señor, ponme a prueba, sondea mis
entrañas y mi corazón, porque tengo tu bondad ante mis ojos y camino en tu
verdad. R/.
No me trates como a los pecadores ni me castigues
como a los sanguinarios, que en sus manos llevan infamias y las tienen llenas
de sobornos. R/.
Yo, en cambio, camino en la integridad; sálvame y
ten compasión de mí. Mi pie se mantiene en el camino recto, en la asamblea
bendeciré al Señor. R/.
Del santo Evangelio según san Mateo
8, 23-27
En aquel tiempo, Jesús subió a una
barca junto con sus discípulos. De pronto se levantó en el mar una tempestad
tan fuerte, que las olas cubrían la barca; pero Él estaba dormido. Los
discípulos lo despertaron, diciéndole: "Señor, ¡sálvanos, que
perecemos!"
Él les respondió: "¿Por qué
tienen miedo, hombres de poca fe?" Entonces se levantó, dio una orden
terminante a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Y aquellos
hombres, maravillados, decían: "¿Quién es éste, a quien hasta los vientos
y el mar obedecen?".
Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
VITAMINAS PARA EL ALMA
¿Has
sentido miedo?
El
miedo es una emoción puesta por nuestro Creador para alertarnos de una
asechanza o de un peligro, con el gran objeto de activar nuestro organismo para
prepararnos para una huida o para una defensa. Conociendo esto, te das cuenta
que el miedo como emoción es una reacción bastante buena para los seres
humanos.
Ahora
bien, cuando el miedo se vuelve un sentir prolongado, la cosa se pone mal,
porque nos debilita por una parte y por otra, no nos prepara ante la posible
amenaza. Pero, como todo en este mundo
maravilloso tiene solución, tenemos una magnifica herramienta para remediar tal
situación, la fe.
Cuando
en una situación de peligro, se pone de manifiesto la fe, dicho momento se
desvanece. Es por eso, que Jesús recalca a sus discípulos: “¿Por qué tienen
miedo hombres de poca fe”, porque es esta la que precisamente trae la presencia de Dios al sitio, haciendo
que los instantes de angustia desaparezcan , porque donde está Dios, todo es bueno.
Anímate
a orar, a revestirte de fe, cuando el miedo haga su acto de aparición...Feliz y
bendecido Martes!
POSTRE PARA EL ESPÍRITU
Santo Dios,
Santo Fuerte, Santo Inmortal, que atiendes a tus hijos en los momentos de riesgos,
concede a mi mente y corazón gozar de la
gracia de la fe, para que pueda salir triunfante de toda persecución y peligro,
Gracias, Te amo…Amén!
“ANTE EL MIEDO, UNA GRAN ARMADURA, LA FE”
Sé feliz y próspero, como tu Padre del
Cielo lo desea.
Que
tú y tu familia sean bendecidos, protegidos y prosperados por Papá Dios, a lo
largo de esta semana!
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