ALIMENTO DIARIO, MARTES 29 DE ABRIL - ÁGAPE
“Tú
eres, Señor, el rey de todos los reyes. Estás revestido de poder y majestad. Tú
mantienes el orbe y no vacila. Eres eterno, y para siempre está firme tu trono”…Aleluya!!!
DESAYUNO PARA EL ALMA:
Del
libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 32-37
La
multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma; todo
lo poseían en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía. Con grandes
muestras de poder, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor
Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo. Ninguno pasaba
necesidad, pues los que poseían terrenos o casas, los vendían, llevaban el
dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles, y luego se distribuía según
lo que necesitaba cada uno.
José,
levita nacido en Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé (que significa
hábil para exhortar), tenía un campo; lo vendió y puso el dinero a disposición
de los apóstoles. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
santo Evangelio según san Juan: 3, 7-15
En
aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: "No te extrañes de que te haya dicho:
'Tienen que renacer de lo alto'. El viento sopla donde quiere y oyes su ruido,
pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así pasa con quien ha nacido del
Espíritu". Nicodemo le preguntó entonces: "¿Cómo puede ser
esto?"
Jesús
le respondió: "Tú eres maestro de Israel, ¿y no sabes esto? Yo te aseguro
que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos
visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si no creen cuando les hablo
de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán si les hablo de las celestiales? Nadie
ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que bajó del cielo y está en el
cielo. Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser
levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en Él tenga vida
eterna".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
VITAMINAS PARA EL ALMA:
El mensaje que contantemente nos enseña Jesús, se basa en el amor
que nos debemos tener unos a otros. Si es difícil, entender el amor humano que
reside en palabras y expresiones de cariño, más
arduo es comprender el amor divino, que es superior, el cual, se resume
en el sacrificio que se tiene que hacer por las personas que nos rodean.
Como humana comprendo, que ser paciente, humilde, respetuoso,
generoso, honrado, afable, indulgente y comprometido, requiere de mucho amor en
nuestro interior, requiere de mucho espíritu de Dios, moviendo nuestros pensamientos,
sentimientos, emociones y deseos a favor del prójimo, como sobre nosotros
mismos.
Sin embargo, Jesús nos regaló esa hermosa esperanza, de que Papá
Dios nunca niega su espíritu de amor, a
quien se lo pide. Pues, pidámosle a nuestro papaíto que tras los desaciertos de
cada día, nos permita renacer de lo alto, para obrar con el amor divino.
Bendito y Alabado sea Dios Eternamente!!!
POSTRE PARA EL ESPÍRITU:
Bendito Padre Nuestro, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de
Jacob, Padre de nuestro Señor Jesús, concédenos la oportunidad de renacer de lo
alto, enviándonos tu espíritu, para que nuestro pensar, sentir, desear, hablar
y obrar, se inunde de ágape, te lo pedimos por Jesús, que vive y reina contigo
en comunión con un solo Espíritu Santo…Amén!!!
HOY
ELIJO SER PACIENTE, COMPROMETIDO, HUMILDE, RESPETUOSO, GENEROSO, HONRADO,
AFABLE E INDULGENTE CON QUIENES ME RODEAN
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