ALIMENTO DIARIO, MARTES 27 DE AGOSTO - EL ALMA
Bendito seas Yahvé Dios Padre Eterno y Excelso, porque nos
rodeas día tras día de personas que nos conducen hacia ti.
Feliz y Bendecido Martes…Dios te bendiga,
te proteja y te prospere hermano y amigo! Dios te conceda la gracia de sanar tu
alma y llene de paz tus días.
Reconozcamos con el Salmo
138,1-3.4-6, que el Padre del cielo todo lo conoce:
Señor, tú me sondeas y me
conoces; me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis
pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son
familiares.
No ha llegado la palabra a mi
lengua, y ya, Señor, te la sabes toda. Me estrechas detrás y delante, me cubres
con tu palma. Tanto saber me sobrepasa, es sublime, y no lo abarco.
Desayuno para el alma:
Lectura del santo evangelio según
san Mateo (23,23-26):
En aquel tiempo, habló Jesús
diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el
décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley:
el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar,
aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os
tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que
limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de
robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así
quedará limpia también por fuera.»
Palabra del Señor…Gloria a ti
Señor Jesús!!!
Postre para el espíritu:
Padre Eterno y Perfecto, tu que
conoces completamente nuestro interior, envía tu santo espíritu a nuestra alma,
para sanar, restaurar, liberar y renovar todas aquellas áreas que se encuentren
inmersas en el dolor, en la pena, en la ruina, en el peligro o en la enfermedad,
te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor…Amén!!!
Vitaminas para el alma:
En la lectura de hoy, Jesús deja
claro dos aspectos importantes en nuestras vidas, la práctica del derecho, de la
compasión y de la sinceridad y por otro
lado, la continua renovación o limpieza del interior.
En la vida cotidiana, la primera
práctica siempre ayuda a la segunda. Aunque la primera es una consecuencia
directa de un alma que siempre se está renovando a favor de Dios.
Por doquier se consiguen personas
que andan detrás de la buena salud del cuerpo, cosa muy difícil cuando el
espíritu está enfermo a consecuencia de un alma alejada de su creador. La receta
perfecta para obtener la buena salud, consiste en sanar el alma, para que sane
el espíritu y por ende, el cuerpo.
El alma se enferma cuando la relación
con Dios se rompe, a consecuencia del desamor hacia las personas o hacia sí
mismo. Por tanto, si quieres liberarte de una enfermedad o de una atadura,
bendice al Señor, a tu prójimo y a ti mismo…Bendito sea Dios!!!
SANA TU CUERPO, DEJANDO QUE DIOS LIMPIE TU ALMA.
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