ALIMENTO DIARIO, JUEVES 01 DE AGOSTO
Bendito sea Yahvé, Dios y Rey nuestro, porque nos ha bendecido
con el disfrute de los frutos de sus campos y ganados todos los días de nuestra
existencia!
Buenos días amigo mío, Dios te
bendiga con los dones de su Espíritu todos los días de tu vida. Juntos alabemos
al Señor, según el Salmo 83,3.4.5-6a.8a.11:
Mi alma se consume y anhela los
atrios del Señor, mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo.
Hasta el gorrión ha encontrado
una casa; la golondrina, un nido donde colocar sus polluelos: tus altares,
Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío.
Dichosos los que viven en tu
casa, alabándote siempre. Dichosos los que encuentran en ti su fuerza; caminan
de baluarte en baluarte.
Vale más un día en tus atrios que
mil en mi casa, y prefiero el umbral de la casa de Dios a vivir con los
malvados.
Desayuno para el alma:
Lectura del santo evangelio según
san Mateo (13,47-53):
En aquel tiempo, dijo Jesús a la
gente: «El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y
recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se
sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá
al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y
los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
¿Entendéis bien todo esto?»
Ellos les contestaron: «Sí.»
Él les dijo: «Ya veis, un escriba
que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando
del arca lo nuevo y lo antiguo.»
Cuando Jesús acabó estas
parábolas, partió de allí.
Palabra del Señor…Gloria a ti
Señor Jesús!!!
Postre para el espíritu:
Oh Yahvé, Dios nuestro, Padre
nuestro, lleno de bondad infinita, que tu gracia permanezca eternamente en
nuestra alma. Permite que nuestro ser te busque día y noche en todo tiempo. Que
nuestro ser rebosante de amor, te anhele primeramente, por Jesucristo nuestro
Señor…Amén!!!
Vitaminas para el alma:
Ser como peces buenos debe ser el
gran objetivo de nuestra vida. A través de cada sufrimiento producto de
nuestras decisiones, tenemos la oportunidad de desechar aquello que nos agria y
acidifica. Nuestra naturaleza es divina,
por eso nuestro espíritu entra en desavenencia con el alma, ocasionando este
reflejo en el cuerpo, porque este desea estar en contacto permanente con el
reino de los cielos, pero por circunstancias terrenales nos separamos de
nuestra morada celestial.
Permite que tu ser ansíe estar en
contacto con el Padre. Permite que cada circunstancia agradable o desagradable te acerque a Dios. Recuerda
que desde ya puedes comenzar a vivir en el Reino de los cielos, haciendo la
vida feliz a quien te rodea….Bendito sea Dios!!!
ES TU ALMA QUIEN ELIGE SU FUTURA MORADA!
Comentarios
Publicar un comentario