Un rinconcito para alimentar el espíritu, el alma y el cuerpo
DIARIO DE MARÍA
Obtener enlace
Facebook
X
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
-
Te miro a los ojos
y entre tanto llanto
parece mentira
que te hayan clavado.
Que seas el pequeño
al que he acunado,
y que se dormía
tan pronto en mis brazos,
el que se reía
al mirar el cielo
y cuando rezaba
se ponía serio.
Sobre este madero
veo aquel pequeño
que entre los doctores
hablaba en el templo,
que cuando pregunté,
respondió con calma
que de los asuntos
de Dios, se encargaba.
Ese mismo niño,
el que está en la cruz,
el Rey de los hombres,
se llama Jesús.
Ese mismo hombre
ya no era un niño
cuando en esa boda
le pedí más vino.
Que dio de comer
a un millar de gente
y a pobres y enfermos
los miró de frente.
Río con aquellos
a quienes más quiso,
y lloró en silencio,
al morir su amigo.
Ya cae la tarde,
se nublan los cielos,
pronto volverás
a tu Padre Eterno.
Duérmete pequeño,
duérmete mi niño,
que yo te he entregado
todo mi cariño.
Como en Nazareth,
aquella mañana,
¡He aquí tu sierva,
he aquí tu esclava!
ALIMENTO PARA EL ALMA PRIMERA LECTURA Dios mandó a su ángel para liberar a sus siervos. Del libro del profeta Daniel: 3,14-20.49-50.91-92.95 En aquellos días dijo el rey Nabucodonosor: "¿Es cierto, Sedrak, Mesak y Abednegó, que no quieren servir a mis dioses, ni adorar la estatua de oro que he mandado levantar? Pues bien, si no es cierto, estén dispuestos para que, al oír sonar el cuerno, la flauta, la cítara, el salterio, la chirimía y toda clase de instrumentos, se postren y adoren la estatua que he mandado hacer. Pero si no la adoran, serán arrojados inmediatamente a un horno encendido. ¿Y qué dios podrá librarlos entonces de mis manos?". Pero Sedrak, Mesak y Abednegó contestaron al rey Nabucodonosor: "No es necesario responder a tu pregunta, pues el Dios a quien servimos puede librarnos del horno encendido y nos librará de tus manos; y aunque no lo hiciera, sábete que de ningún modo serviremos a tus dioses, ni adoraremos la estatua de ...
ALIMENTO PARA EL ALMA PRIMERA LECTURA De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 2, 1-5 Hermanos: Cuando llegué a la ciudad de ustedes para anunciarles el Evangelio, no busqué hacerlo mediante la elocuencia del lenguaje o la sabiduría humana, sino que resolví no hablarles sino de Jesucristo, más aún, de Jesucristo crucificado. Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo. Cuando les hablé y les prediqué el Evangelio, no quise convencerlos con palabras de hombre sabio; al contrario, los convencí por medio del Espíritu y del poder de Dios, a fin de que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los hombres. Palabra de Dios. Te alabamos Señor. Del salmo 118 R/. ¡Cuánto amo, Señor, tu voluntad! ¡Cuánto amo tu voluntad! Todo el día la estoy meditando. Tus mandatos me hacen más sabio que mis enemigos, porque siempre me acompañan. R/. Soy más prudente que todos m...
ALIMENTO PARA EL ALMA PRIMERA LECTURA Nuestro Señor Jesús será glorificado en ustedes y ustedes en él. De la segunda carta del apóstol san Pablo a los...
Comentarios
Publicar un comentario