APRENDIENDO DE NUESTRO SEÑOR, VIERNES 18 DE NOVIEMBRE - SOBRE LOS MANDAMIENTOS
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Tomé el librito y me lo comí.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 10, 8-11
Yo, Juan, oí de nuevo la voz que ya me había hablado desde el cielo, y
que me decía: "Ve a tomar el librito abierto, que tiene en la mano el
ángel que está de pie sobre el mar y la tierra".
Me acerqué al ángel y le pedí que me diera el librito. Él me dijo:
"Tómalo y cómetelo. En la boca te sabrá tan dulce como la miel, pero te
amargará las entrañas".
Tomé el librito de la mano del ángel y me lo comí. En la boca me supo tan
dulce como la miel; pero al tragarlo, sentí amargura en las entrañas. Entonces
la voz me dijo: "Tienes que volver a anunciar lo que Dios dice acerca de
muchos pueblos, naciones y reyes".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 118, 14. 24. 72. 103. 111. 131
R/. Mi alegría es cumplir tus mandamientos.
Más me gozo cumpliendo tus preceptos que teniendo riquezas. Tus
mandamientos, Señor, son mi alegría, ellos son también mis consejeros. R/.
Para mí valen más tus enseñanzas que miles de monedas de oro y plata.
¡Qué dulces al paladar son tus promesas! Más que la miel en la boca. R/.
Tus preceptos son mi herencia perpetua, la alegría de mi corazón.
Hondamente suspiro, Señor, por guardar tus mandamientos. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 27
R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
EVANGELIO
Ustedes han convertido la casa de Dios en cueva de ladrones.
Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 45-48
Aquel día, Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a los que
vendían y compraban allí, diciéndoles: "Está escrito: Mi casa es casa de
oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones".
Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte, los sumos
sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo, intentaban matarlo, pero no
encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente de sus
palabras.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
APRENDIENDO
DE NUESTRO SEÑOR
¿Enseñas
con tus obras a amar?
Todos los seres humanos que habitamos en este mundo,
hemos sido llamados a enseñar a amar con nuestras acciones. Para ello es
importante, tener en consideración que los mandamientos de Dios son una guía bastante
clara de actuar con amor.
Por tal motivo, resulta conveniente comprender que las
leyes divinas vienen a ser como la columna vertebral de la vida, porque ellas
sostienen nuestra esencia al Espíritu de Dios, para que actúe en nosotros.
Jesús, el amor, de una manera muy clara nos recuerda que “Mi casa es casa de
oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones". Aunque en
el sentido literal se refiere a la casa del Padre, en un sentido simbólico
también se refiere a nuestro ser.
El ser humano es casa de oración, es decir, que estamos
llamados a actuar en amor y aquellos que la han convertido en cueva de
ladrones, son esas creencias erróneas, que nos conducen a ser vanidosos o
soberbios, robándonos el espíritu de actuar bajo la influencia divina.
Es posible que te hayan hecho creer que los mandamientos
de Dios son imposibles de cumplir. Pero, te puedo asegurar que eso es falso. Por
consiguiente, digámosle al Santo Padre, lo que dice el salmista: “Tus
mandamientos, Señor, son mi alegría, ellos son también mis consejeros”…Bendito
seas mi Dios.
HABLANDO
CON NUESTRO PADRE
Inmenso
Amor Celestial, que nos entregaste tus mandamientos para que disfrutáramos de
este mundo en perfecto equilibrio, concede a mi alma, la dicha de cumplir con
amor y fidelidad tus mandamientos, para ser feliz en este mundo, haciendo
felices a quienes me rodean…Amén Bendito Dios!!!
“LOS
MANDAMIENTOS SON LA COLUMNA VERTEBRAL DE LA VIDA. ELLOS SOSTIENEN LA EXISTENCIA
DEL SER HUMANO. SON GRATOS PARA QUIENES SE DELEITAN EN EL CREADOR”
¡Qué
Papá Dios te bendiga en abundancia cada día de esta semana!
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