MENÚ DIARIO, JUEVES 05 DE NOVIEMBRE - LA ACTITUD ANTE EL ARREPENTIMIENTO




“Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré, dice el Señor”
(Mt 11, 28)
                                                                                 


ALIMENTO DEL DÍA:



De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 14, 7-12

Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni muere para sí mismo. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Por lo tanto, ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Señor. Porque Cristo murió y resucitó para ser Señor de vivos y muertos.
Pero tú, ¿por qué juzgas mal a tu hermano? ¿Por qué lo desprecias? Todos vamos a comparecer ante el tribunal de Dios. Como dice la Escritura: Juro por mí mismo, dice el Señor, que todos doblarán la rodilla ante mí y todos reconocerán públicamente que yo soy Dios.
En resumen: cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta de sí mismo a Dios.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



Del salmo 26

R/. El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía. R/.



Del santo Evangelio según san Lucas: 15, 1-10

En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharlo; por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste recibe a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la que se le perdió hasta encontrarla? Y una vez que la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría y al llegar a su casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: `Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido’. Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentirse. ¿Y qué mujer hay, que si tiene diez monedas de plata y pierde una, no enciende luego una lámpara y barre la casa y la busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que se me había perdido’. Yo les aseguro que así también se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se arrepiente".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.





VITAMINAS PARA EL ALMA


¿Deseas para los demás, lo mismo que quieres para ti?

Usualmente, solemos ver con facilidad los defectos o errores de otras personas, olvidándonos que, también nosotros somos frágiles y caemos en las mismas debilidades.
Nuestra actitud ante las personas que realizan acciones desprovistas de amor, debería ser la de Jesús, la cual, es invitar amorosamente a que se den cuenta de lo realizado, para que ellos mismos tomen la iniciativa de transformar lo sucedido en algo que sea bueno para muchos.  Por tal razón, los ángeles de Dios se alegran por cada persona que se arrepiente.
Ahora bien, arrepentirse es darse cuenta de lo que se ha hecho y cambiar de pensamiento con respecto a lo que lo impulsó a dicha acción. A este proceso se le suman la liberación y por ende, la sanación, cuando se emplean acciones para reparar. La idea no es quedarnos en lo que hicimos, sino, en reedificar lo destruido o rehacer lo desecho. Allí mismo, es donde nace la gloria, para quien se arrepiente, porque de un salto se acerca mucho a Dios. De ahí, la predilección de Jesús por los que se convierten.
De hecho, muy sutilmente, Jesús les hace ver a los murmuradores, con su peculiar dulzura a través de dos parábolas, la importancia de alegrarse por quien se vuelve a Dios, dejando muy claro el deseo de nuestro Padre Celestial.
Como cristianos, nunca, bajo ningún concepto o impulso, debemos desear que otros se hundan por sus equivocaciones. Más bien, hablar con el equivocado u orar para que se dé cuenta, si no se puede entablar algún entendimiento con este, porque eres un ser hermoso que reacciona como Jesús, con amor…Feliz y bendecido Jueves!!!
                                                               

POSTRE PARA EL ESPÍRITU


Infinita Divinidad, Hermoso Padre Nuestro, que en tu omnipotencia demuestras en el gran poderío del amor, al permitir la transformación de aquellos que se dan cuenta de sus equivocaciones. Por tu Hijo Jesús, concédenos saborear la dicha de arrepentirnos cuando erremos o el gozo de ser instrumento para que otros se den cuenta de lo hecho. Gracias por perdonar nuestros errores y omisiones. Gracias por amarnos tanto. Te amamos. Amén!




“DESDE HACE TIEMPO ME DÍ CUENTA, QUE SOY FELIZ CUANDO VEO QUE ALGUIEN SE CONVIERTE, QUE CUANDO SE HUNDE EN EL TREMEDAL DE SUS PROPIAS INIQUIDADES”




Sé una fuente de amor y paz, como quiere nuestro Padre Celestial.
 Que Papá Dios envíe sobre ti y sobre toda tu familia, todo tipo de bendiciones.
Recuerda, que todo lo puedes porque Jesús, el amor, te guía y te fortalece…Bendito seas hoy y siempre!

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